El otro día me preguntaron por qué me gustaban las series coreanas. La pregunta iba a por qué no veo series japonesas o turcas o venezolanas, sino que coreanas. Como tuve que contestar rápido, dije lo primero que se me ocurrió (intentando no decir que son ñoñas, jaja), pero con más tiempo pude pensar y así nació este listado.
El idiomaMe gusta cómo suena el coreano, es bonito. El chino no me gusta porque lo encuentro muy gutural, el japonés es muy plano (y así debe ser, así te lo enseñan); estoy acostumbrada a ver series en inglés y mi favorito es el acento británico (de la isla completa), entonces cuando empecé a ver series coreanas me gustó de oído. No entendía nada (aún entiendo poco pero distingo más palabras), pero es agradable escucharlo. Me encanta.
La culturaSea una historia de época o no, las series coreanas siempre incluyen tradiciones y menciones sobre la cultura de ese país que me parecen fascinantes. Me encanta cuando las mujeres usan su traje tradicional (siempre lo usan para las bodas) o que puedas ver detalles sobre la cultura en cómo los personajes se sirven tragos, cómo se relacionan en las oficinas o con sus mayores; de a poco vas entendiendo cómo funciona el sistema completo y creo que es maravilloso que eso salga en las teleseries. Hace que me pregunte si pasa lo mismo con las cosas que se producen acá, ¿los demás entenderán cómo somos o qué nos importa? Con las series coreanas queda clarito.
La ropaNo es secreto que la moda coreana es divina y ellas, regias todas, se ven increíbles siempre. Así que yo disfruto el doble viendo una historia entretenida y deseando todos los vestidos, zapatos, carteras, peinados, maquillaje y accesorios de las protagonistas. Es que saben combinar tan bien! Y los hombres, igual. Me ha tocado ver personajes que de verdad se visten muy bien, corren riesgo, combinan exquisitamente y eso habla harto de la personalidad entonces es genial.
La tensiónSi hay algo que las series coreanas tienen es tensión. Sexual y sensual. Como no pueden mostrar besos reales ni nada muy subido de tono, los romances se desarrollan con etapas hiper definidas (miradas tensas, tomada de muñeca, abrazo, beso… en ese orden). Así que recurren a construir tensión entre los enamorados y es increíble cómo lo logran. Yo no sé si a todos los televidentes les pasa pero a mi me llega a doler el pecho con la cuestión y como soy medio masoquista, LO AMO. Y por eso sigo viendo y me cuesta ver sólo un episodio y no duermo y me obsesiono. Jajaja.
el eye-candyAl igual que con las películas o las series en inglés, lo que más me gusta de las series coreanas es ver a los actores que ya me gustan (Gong Yoo, en la foto, mi favorito forever) o descubrir a actores nuevos para seguir. Que sean talentosos es vital porque cuando el actor es buenmozo pero actúa mal, se me desinfla el amor. Me gusta que hagan personajes distintos, desafiantes, tener que odiarlos pero no poder, que me hagan llorar o reír, que me llegue su historia. No siempre pasa pero cuando pasa, uuuy, es maravilloso. (Aprovecho de agradecer con el alma al gobierno de Corea del Sur por tener un servicio militar obligatorio que ya tiene a todos los actores sobre 30 años con abdominales marcados y cortes de pelo filete).
Ahí está, todo el por qué de mi amor a los k-dramas, profundo, incondicional y sufrido, porque las series coreanas duran una temporada (generalmente 22-23 episodios) y no más. Por eso también las amo, cuentan la historia que tienen que contar y listo. Fin. 
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